Reto módulo 4. Agentes generadores de ideas para el cambio. ¿Qué puedo hacer yo?

 

Agentes generadores de ideas para el cambio. ¿Qué puedo hacer yo?

 

Para este último reto he elegido la OPCIÓN #1, ¿Qué podemos hacer cada una de las personas, desde nuestra posición como empleadas o empleados públicos, para impulsar la igualdad de trato y no discriminación?

 

Hemos visto a lo largo de los distintos módulos del curso la cantidad de tipos de discriminación que existen en la actualidad, algunos de ellos ni teníamos constancia de su existencia, bien porque no nos paramos a pensarlo, bien porque no nos afecta directamente (o eso creemos) y los ignoramos para no complicarnos la vida.

 

Sabemos que la discriminación significa tratar a alguien de forma diferente, tratar a una persona peor que a otra en las mismas circunstancias. Puede basarse en una amplia variedad de características o circunstancias personales y se reconocen como causas o motivos múltiples factores (étnicos, religiosos, edad,…). ¿Qué podemos hacer frente a esta actitud?...

 

Considero que lo primero y fundamental que deberíamos hacer es formarnos como estamos haciendo los 1500 empleados públicos con el curso actual, de esta manera adquiriríamos unos conocimientos mínimos y básicos sobre la igualdad de trato y la no discriminación. Para ello deberíamos de contar con las facilidades y el apoyo total de la administración para la que trabajamos, ella debería impulsar, facilitar e incentivar la formación en esta materia. 

 

Una vez formados conoceríamos la magnitud del problema de la discriminación, estaríamos en disposición de detectar muchas de las desigualdades existentes y poder actuar contra ellas dentro de nuestras posibilidades. Hay discriminación que se realizan inconscientemente, de forma “natural” y tal vez sean las más difíciles de erradicar porque las tenemos muy interiorizadas, una pregunta que nos podríamos hacer es  ¿Tratamos igual a todas las personas que vienen a pedir información?… ¿Tratamos igual a la misma persona que viene continuamente a solicitar información (en ocasiones la misma información)?...Como empleados públicos deberíamos tratar de la misma manera a todos los ciudadanos, pero ¿Es así?…

 

Miremos ahora dentro de la administración, de nuestro departamento, ¿Estamos seguros que tratamos de la misma manera a todos los “compañeros”?... y si son de otro departamento y tienen grupo inferior al nuestro ¿Los tratamos sin discriminación?... estamos en el mismo caso que con los ciudadanos, pero ahora con personas con las que tenemos que trabajar todos los días codo con codo. Cuando miramos a nuestra organización podríamos caer en el error de pensar que cuanto más bajo es el grupo del empleado público (Grupo E, asociaciones profesionales en el caso de los funcionarios y G5 en el caso del personal laboral) más discriminación sufre por suponer que tiene un nivel de estudios  y cultural inferior, pero esta creencia es un error porque la discriminación no entiende de grupos en la administración ni de categorías ni profesiones en la sociedad.

 

Con los conocimientos adecuados podríamos hacer que las situaciones de discriminación fuesen las menos posibles, una vez identificadas se tendrían que corregir, para ello se podrían tener encuentros planificados con un conjunto reducido de la plantilla para tratar, comentar y solucionar los posibles casos de discriminación para que no se repitan.

Todo lo anterior en el ámbito laboral, pero ¿en el ámbito personal que?... ¿Y en el familiar?... Hay que tener en cuenta que somos trabajadores sólo una parte del día, el resto estamos interactuando con nuestro entorno como ciudadanos normales donde podemos sufrir discriminación. Para seguir avanzando y derribando pequeñas murallas a favor de la igualdad real tenemos que implicarnos en este ámbito también para que no la sufran las personas de nuestro entorno. Centrándonos en lo que podemos hacer nosotros y que está al alcance de nuestra mano para contribuir a la igualdad en el día a día, podríamos mencionar estas sencillas acciones: 

·      Dividir las tareas del hogar e involucrar a otros padres para que hagan lo mismo. Todo el mundo puede hacer de todo si se lo propone.

·      Asumir responsabilidades por igual.

·      Recriminar acciones machistas. Esta con mucho tacto para que no nos cree ningún conflicto.

·      No tolerar el acoso sexual ni el acoso por razón de sexo.

·      Usar un lenguaje no sexista.

·      Respetar las decisiones de las demás personas.

·      Evitar prejuicios e ideas preconcebidas.

Lo más importante de estas acciones es realizarlas en presencia de nuestra descendencia, como si formase parte de su educación, que aprecien que esto es lo normal y no la desigualdad que se vive actualmente. De esta manera la igualdad se irá consolidando en el futuro y no será una cosa puntual realizada en el presente.